Desmitificar el amor romántico

globos en forma de corazón

Desmitificar el amor romántico

La cultura y el entorno pesan, y mucho. Hacen que normalicemos e interioricemos conductas que nos atrapan y no nos dejan pensar desde un punto de vista individual y acorde con nuestras emociones y deseos.
Dentro de los comportamientos aprendidos existe uno especialmente perverso: el amor romántico. Es perverso no solo por las consecuencias negativas que puede traer si se gestiona mal, sino que, además, se camufla en un manto idílico, un lobo con piel de cordero que puede destrozar una vida entera mediante la privación de libertad y el sentimiento de culpabilidad.
En este artículo, desde IPACE pretendemos desmitificar lo que se ha llamado el amor romántico para aprender a querer de una forma más sana y coherente con lo que somos.

Qué se considera amor romántico

pareja en bicicleta

Dicho en términos sencillos, el amor romántico es un amor idealizado en el que una relación de pareja es el epicentro indestructible de la vida de cualquiera y, si es verdadero ¬(atención con el peligro del condicionante), es capaz de vencer todos los obstáculos, es indestructible e imperecedero.
¿Y si tu relación no es así? Pues, según esta postura sobre el amor, debes de estar queriendo de mentira…
¿Entendemos lo peligroso que puede ser esta interpretación errónea del amor, que es contranatural y, desde luego, deja mal parada a la libertad individual de cada ser humano?
Por muy alerta que estemos, siempre acechan en nuestra cabeza creencias que nos han inculcado a través de la sociedad (a nivel familiar, religioso e institucional) y mediante la cultura (libros, películas, canciones…).
Observemos el siguiente apartado para comprobar la “contaminación” que padecemos y que, a día de hoy, nos impide en multitud de ocasiones disfrutar de una relación sana (si es que nos apetece tener una relación, que eso sería otro tema).

Mitos acerca del amor romántico

  • Mito de la media naranja: nuestra pareja está predestinada ya que es nuestra mitad, es para siempre, única y verdadera.
  • Mito de la exclusividad: solo podemos sentir ese tipo de amor por una sola persona. Si lo sentimos por más de una, entonces no nos gusta ninguna de verdad.
  • Mito del libre albedrío: elegimos libremente a nuestra pareja sin que influyan factores externos como los sociológicos, biológicos y culturales.
  • Mito de la omnipotencia: el amor lo puede todo y si le quieres de verdad vencerás cualquier obstáculo.
  • Mito de la equivalencia: las dos personas han de sentir la misma pasión por su pareja, como si se pudiera medir el amor en una balanza. Si uno de los miembros baja el pistón, entonces es que ya no quiere a su pareja (aquí lo de las etapas mejores y peores no cuenta).
  • Mito de la fidelidad: todos tus anhelos y aspiraciones te los proporciona la pareja. ¿Tienes pareja? ¡Pues para qué quieres más!
  • Mito del emparejamiento: la especie humana siempre se ha emparejado por naturaleza, es su deseo consustancial.
  • Mito de los celos: si no sienten celos por ti es que no les importas de verdad.
  • Mito del matrimonio o convivencia: si es amor de verdad ha de acabar en una unión estable. De lo contrario, ha sido un capricho o una anécdota sin importancia.
  • Mito de la perdurabilidad: la pasión inicial debería mantenerse por igual a lo largo de la relación. De lo contrario, es que algo estás haciendo mal o no has luchado lo suficiente.

Entonces, ¿qué es amar?

Amar a otra persona es desear su bienestar. Eso implica darle libertad y respetar sus decisiones y sus tiempos. Pero no es menos cierto que en nuestra propia vida, tengamos relaciones sentimentales/sexuales o no, la persona a la que sí o sí debemos querer es a nuestro propio ser. Esto implica buscar nuestro propio bienestar, respetar nuestra libertad y nuestros tiempos en la toma de decisiones. No estamos hablando de ser egoístas, sino de hacernos valer y cuidarnos.
Si queremos, precisamos entender a la otra parte. Si nos quieren, han de comprender nuestra voluntad personal.
No estar en la misma línea no es un fracaso, simplemente a veces no se coincide. Es tan sencillo como comprender que a veces se realiza un tramo del viaje en compañía y otras, es mejor hacerlo en soledad. Todo es válido mientras exista respeto y deseo de bienestar hacia la otra persona. Solo con esto ya estamos queriendo mucho y bien. Lo demás, vamos a dejarlo para las películas de ciencia ficción, esto es, las comedias románticas de Hollywood.

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