¿Qué es la depresión y cómo podemos afrontarla?

¿Qué es la depresión y cómo podemos afrontarla?

Quién no ha sentido alguna vez tristeza y decaimiento, falta de ganas por hacer cosas o encogimiento. Se tratan de sentimientos que más tarde o más temprano hemos experimentado, pero conviene saber si es algo pasajero o, por el contrario, nos está condicionando la vida y no nos deja avanzar.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que implica un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés. En esa permanencia puede hallarse la clave que la diferenciará de un sentimiento puntual, ya que, al ser duradero, se instala en nuestro día a día y se convierte en una losa que nos impide realizar nuestras tareas cotidianas con normalidad.

¿Cómo saber si tengo una depresión?

Si, durante un periodo prolongado nos sentimos sin fuerzas, con apatía y con una tristeza que nos deja al margen del mundo, quizás sea momento de acudir a un especialista, con el fin de que valore nuestra situación. Acudir a nuestro centro médico o consultar con un profesional de la psicología será lo más acertado.
Como referencia, síntomas habituales de la depresión pueden ser:

  • Menos interés o placer en actividades y tareas que antes disfrutabas
  • Un estado de ánimo deprimido
  • Dormir demasiado o todo lo contrario
  • Disminución o pérdida del deseo sexual
  • Sentimientos de inutilidad o culpa
  • Cambios en el apetito (comer más o comer menos)
  • Pérdida o aumento de peso involuntario
  • Agitación e inquietud
  • Ralentización en el habla y en el movimiento
  • Fatiga o pérdida de energía
  • Dificultad para pensar en la toma de decisiones o en la concentración
  • En ocasiones, incluso pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

La importancia de la salud mental

Hoy en día, la salud mental está cobrando la importancia que se merece. No hace tanto tiempo que era vergonzoso reconocer una depresión o sufrir ansiedad. Mucho peor era la visibilidad de otro tipo de trastornos como el bipolar o el obsesivo compulsivo (TOC), por ejemplo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Además, no es más propia de una edad que de otra, pudiendo afectar a personas adultas, adolescentes y niñxs.

Diferencias entre tristeza y depresión

Como sabemos que la tristeza es una emoción normalizada dentro de los seres humanos, muchas veces normalizamos situaciones que nos aportan malestar, sin saber que, tal vez, hayamos pasado la línea y nos hemos adentrado en una situación que necesita ser tratada.
Por ello, desde IPACE recomendamos acudir a profesionales cuando los síntomas de tristeza, apatía y fatiga se prolonguen demasiado en el tiempo, impidiéndonos llevar a cabo una vida normal.
Los profesionales de la salud mental contamos con la preparación adecuada para diferenciar estos dos estados:

  • La tristeza solo es un síntoma dentro del cuadro que puede presentar una depresión., la cual es una psicopatía que suele englobar también apatía, angustia o desesperanza. Los motivos y causas que provoca una depresión pueden ser de diversa índole.
  • La tristeza es un estado mental pasajero. Sin embargo, la depresión nos sitúa en una situación crónica de desasosiego. El periodo mínimo de ese estado deberá evaluarlo un profesional, pero normalmente se habla de meses, por lo menos.
  • Por otro lado, los niveles de serotonina son mucho más bajos en las personas que padecen un cuadro depresivo, lo que les hace experimentar cambios radicales y duraderos en sus dinámicas de activación cerebral. Esto no le sucede a una persona que simplemente está triste.
  • La depresión puede provocar abulia , es decir, que las personas quedan total o parcialmente incapacitadas para defenderse en las tareas cotidianas de su vida, y esta sensación se produce durante semanas o meses. La tristeza no persevera tanto en el tiempo ni impide llevar a cabo una vida normal.
  • La causa de la tristeza la tenemos identificada (la muerte de un ser querido, la pérdida de un empleo, una ruptura sentimental, etc.). No obstante, en el caso de una depresión no siempre tenemos clara la causa que nos provoca tal malestar.
  • Una tristeza prolongada en el tiempo puede dar lugar a un depresión, por lo que, en cierto modo, existe una diferencia cuantitativa.
  • La depresión necesita ser tratada. La tristeza, no. Esta última puede resolverse con hechos como la vuelta al trabajo o sentir el amparo de familiares y amigos, sin necesitar un apoyo profesional específico. Por el contrario, la depresión es un trastorno serio que debe ser tratado por un profesional, lo que hace que un diagnóstico certero sea clave para la mejora de quien sufre un cuadro depresivo. De él dependerá la terapia que se emplee y, si se estima conveniente, su combinación con psicofármacos. Todo ello puede contribuir a una recuperación psicológica y volver a disfrutar de una buena salud mental.

Una depresión no ha de ser un estigma ni algo de lo que avergonzarnos. Somos seres humanos y nuestras emociones y vivencias nos pueden conducir a este estado sin que nos demos cuenta. Una buena detección a tiempo y el tratamiento adecuado pueden ayudarnos a retomar con ganas la vida, a llenarnos de nuevos proyectos y alegrar nuestro día a día con ilusiones.

El bienestar es posible y desde IPACE recomendamos herramientas y hábitos saludables, tales como el coaching para alcanzar nuestros objetivos , la psicología positiva , la educación emocional , el mindfulness o los beneficios de la gratitud . Todos ellos son instrumentos para prevenir estados que pongan barreras a nuestra salud mental.

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