Las hormonas de la felicidad: ¿qué son?

Las hormonas de la felicidad: ¿qué son?

El concepto de felicidad es algo que nos sigue inquietando a los seres humanos, ya que, de manera natural o porque, en cierto modo, nos impulsa nuestra cultura, se trata de un estado que deseamos alcanzar. No obstante, la mayoría de las veces nos crea confusión, ya que no sabemos muy bien de qué se trata. ¿Cómo definimos la felicidad?

Antes de llegar al punto que deseamos compartir en este artículo, esto es, la perspectiva científica, conviene situarnos en el contexto de sus distintas definiciones, creadas según su perspectiva, para comprender nuestro desconcierto ante la felicidad: ¿Soy feliz de verdad? ¿Qué es ser feliz? ¿Por qué me siento tan bien haciendo cosas sencillas? ¿Es eso la felicidad? ¿Puedo trabajar en la mejora de mi bienestar para alcanzarla?

Los orígenes del concepto de felicidad

“El hombre más feliz del mundo es aquel que sabe reconocer los méritos de los demás y puede alegrarse del bien ajeno como si fuera propio”. Esta es una cita de Goethe, el poeta, dramaturgo y novelista que perteneció al Romanticismo.

El literato alemán nos introduce el concepto de la felicidad desde una perspectiva muy personal, dentro de su propia obra.

De hecho, las primeras definiciones de felicidad se formularon desde un punto de vista filosófico y artístico. Sin ir más lejos, el propio Aristóteles la definió como un fin universal del ser humano que parte de la necesidad de practicar el bien, lo que le lleva a concluir que la felicidad no es un medio, sino un fin. En este caso, según el pensador griego, la felicidad partiría de la propia persona, es decir, es responsabilidad de cada cual ser feliz.

Uniendo ambas frases podemos concluir que la felicidad es una cosa personal y ligada de modo intrínseco a la persona, es decir, sólo tú puedes encontrar el camino hacia la felicidad, y, como dijo Goethe, alegrarse de los triunfos ajenos como si fueran propios es básico para alejarte de la envidia y de la infelicidad que conlleva.

Como podemos observar, ambos autores relacionan la felicidad, en última instancia, con el bien hacia los demás, es decir, como una recompensa positiva que nos llega por la buena relación e intención hacia las personas que nos rodean (recuerda otros de nuestros post, en los que destacamos la importancia de la generosidad, el altruismo y otras acciones y actitudes positivas para lograr el bienestar).

Está claro que de nuestra predisposición dependen muchos aspectos que nos hacen bien. Pero, ¿hay más factores? Sí, hay más.

La felicidad desde un punto de vista científico

La felicidad desde un punto de vista científico

La felicidad también ha sido objetivo de estudio por la ciencia, como no podía ser de otra manera. Así, en las últimas décadas se han unido en su definición endocrinólogos y seudocientíficos, los cuales estudian la felicidad desde un punto de vista físico, analizado como un proceso biológico.

Esta perspectiva científica se apoya en la química que influye en el proceso de sentirnos bien. En sus estudios salen a relucir estos cuatro químicos naturales que provocan felicidad:

  • Endorfina
  • Serotonina
  • Dopamina
  • Oxitocina

Desde el punto de vista de la psicología, la felicidad puede interpretarse como la proporción entre emociones agradables y desagradables que experimenta un ser humano. Dicho de otro modo, esta proporción depende del estado emocional positivo que las personas alcanzamos cuando realizamos nuestros deseos y metas. Y claro, este logro dependerá en gran medida, de las soluciones que pongamos cada cual ante los obstáculos y situaciones que vivimos en el día a día y a lo largo de nuestra vida.


Para que nos entendamos, la felicidad depende de muchos factores. ¿Qué tal si vamos descubriendo todos ellos, poco a poco, para contar con más herramientas que nos acerquen a nuestro bienestar? Eso es lo que tratamos de difundir a través de los post de Ipace. ¿Te animas a seguir leyendo?

Si ya sabemos que estas cuatro hormonas influyen positivamente en nuestro organismo, ¿imaginas el beneficio que podríamos obtener si nuestro cuerpo los produjera habitualmente? ¿Existen maneras de “activarlas” de forma natural?


Estamos aquí, para contártelo. Iremos conociendo una a una las hormonas de la felicidad: las describiremos, detallaremos y veremos qué hacer para que nuestro cuerpo las produzca.

6 consejos para ser felices gracias a las endorfinas

Las endorfinas son unas pequeñas proteínas, estructuralmente similares a la morfina. Esta es la razón por la que se les conoce como morfina endógena (producida por nuestro organismo).


Es su labor estimular ciertos receptores de nuestro sistema nervioso que nos aportan sensación de bienestar y contribuyen en la reducción de la sensación de dolor, al retraso del envejecimiento, la calma, la mejora del sistema inmunitario y el humor, e incluso a contrarrestar la adrenalina asociada a la ansiedad.

Veamos ahora algunos consejos para producir endorfinas de modo natural.

  1. Ríete. La risa tiene la virtud de liberar endorfinas.
  2. Socialízate, ya que nos ayuda a prevenir los estados depresivos y aumentamos la capacidad cognitiva.
  3. Muévete, pues el ejercicio, ayuda a la creación de endorfinas. ¡Recuerda que bailar también es hacer ejercicio!
  4. Duerme bien para que la producción de endorfinas no se vea contrarrestada por la fatiga que puede acarrear la falta de sueño.
  5. Haz lo que te gusta: como jugar, escuchar música, leer, cantar…Todo ello facilita la sensación de placer y de felicidad.
  6. Pon proteínas magras en tu alimentación como el pavo, el pollo o el pescado para favorecer la creación de endorfinas.

8 consejos para ser felices gracias a la serotonina

La segunda de las hormonas es la serotonina, neurotransmisor que se sintetiza a través del aminoácido llamado triptófano y que es básica en la regulación de los estados de ánimo. De hecho, participa en la regulación de:

  • La conducta social
  • La conducta alimentaria
  • La conducta sexual
  • El sueño
  • La generación de patrones rítmicos como la locomoción o la masticación.

Su alteración en el ser humano se relaciona con distintos trastornos, locomotores, o psíquicos.
Si queremos aumentar los niveles de serotonina tendremos en cuenta estos ocho consejos:

  1. Intenta disminuir los niveles de estrés, pues el cuerpo nos reclama alimentos ricos en carbohidratos, grasas y azúcares, los cuales no favorecen en la producción de serotonina.
  2. En relación con lo anterior, elimina el consumo de carbohidratos simples (pan blanco, arroz blanco, pasta no integral y bollería con azúcar no refinado), ya que estos se digieren de forma rápida y no aportan casi nutrientes. De nuevo, no son buenos para mantener bien nuestros niveles de serotonina.
  3. Dieta variada y rica en triptófano, por lo que debes consumir alimentos como carne de pavo y pollo, lácteos, pescado azul, piña, frutos secos, espinacas, chocolate negro.
  4. Aumenta el consumo de alimentos ricos en omega 3 como aguacate, nueces, semillas de lino, chía, pescado azul y marisco. Favorecen la producción y regulación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
  5. Por mucho que te guste, evita el consumo de café y otras bebidas estimulantes, puesto que incrementan la secreción de adrenalina y cortisol, enemigos de la serotonina.
  6. De nuevo, el ejercicio físico, ya que facilita la metabolización de la serotonina y ayuda en su producción.
  7. Busca lugares con sol y mucha luz, ya que estos producen Vitamina D, otro compuesto que ayuda a la creación de la serotonina.
  8. Para concluir, es preciso dormir las horas necesarias, puesto que al dormir se restablecen nuestros niveles de serotonina.

Queremos seguir contándote más cosas sobre las hormonas. Así que seguiremos en nuestro próximo post donde hablaremos sobre la dopamina y la oxitocina.

No Comments

Post A Comment