Cultiva el amor propio

Cultiva el amor propio

¡Cultiva el amor propio! Lo decimos así, alto y claro, para que el mensaje cale y se instale en tu conciencia. Porque cultivar el amor propio es el primer paso para poder cultivar el amor sincero entre los demás. Y la primera fase también hacia el autoconocimiento, el crecimiento personal y el bienestar emocional. En otras palabras: vivir sin cultivar el amor propio es rendirse a la pura existencia.

Amor propio y bienestar emocional

Dormir bien es vital. Sin embargo, sigue existiendo cierto desconocimiento sobre las verdaderas implicaciones de no hacerlo, aunque las consultas a las unidades del sueño son cada vez más comunes. Y también sobre cómo conseguirlo más allá de los ansiolíticos, claro está. Seguimos siendo presas de apneas, el síndrome de las piernas inquietas, el insomnio (que padecen cuatro millones de españoles y españolas) …, de manera inexorable.

Cultivar el amor propio no es sencillo. De hecho, es una de las tareas más complicadas de llevar a buen puerto en nuestro día a día. De hecho, hay quienes piensan que cultivando el amor propio dejarían de entregarse a los demás. Nada más lejos de la realidad. De hecho, conseguirían hacerlo en mejores condiciones.

¿Quieres intentarlo? ¿Deseas cultivar tu amor propio para vivir mejor? Existen algunas claves y herramientas útiles para no cejar en tu empeño y lograr incrementar ese amor propio tan necesario. Toma nota:

1. Aprecia tu esfuerzo y tus habilidades. Lo normal es que tendamos a castigarnos cuando no alcanzamos el alto nivel de exigencia que nos imponemos. Y que, a la contra, apenas reconozcamos nuestros triunfos y el camino recorrido para conquistarlos. Aprender a valorarnos es el primer paso. Quizás, ponerlo por escrito pueda ayudarte, pues te obligará a reflexionar sobre ello. Otro buen ejercicio es pedir a una persona o varias de confianza que hagan por ti ese pequeño ejercicio.

2. Cultiva tu estado consciente. Está ligado al punto anterior. Se trata de hacer un ejercicio de autoconsciencia. Siempre tenemos en mente las necesidades de los demás, especialmente de las personas dependientes de nosotros y nosotras. Pero ¿qué hay de las nuestras? Reflexionar sobre este aspecto para lograr detectar nuestras carencias, necesidades y expectativas es un paso importante para tomar plena consciencia de nosotros y de lo que demandamos en cada momento. De lo contrario, ¿cómo trataremos de satisfacerlo y mejorar nuestro bienestar emocional?

Cultivar el amor propio no es anteponer tus prioridades a las de los demás, es situarlas, cuanto menos, a la par

3. El cuidado personal, ante todo. Hay veces en la vida que las situaciones nos arrastran, nos pasan por encima como un tsunami. En esas ocasiones no tenemos ni fuerzas ni ganas para mantenernos en pie, así que, mucho menos para cuidarnos. Y eso es un flagrante error. Del autocuidado físico emerge el autocuidado emocional. Practica ejercicio para sentirte bien, cuida tu alimentación cómo te gustaría, cultiva tu aspecto, esa imagen personal que quieres proyectar… De esta forma, estarás alimentando una actitud proactiva y paliando tus propias necesidades. Para cuidar a los demás, es imprescindible cuidarse de uno mismo. De esto va también el amor propio.

4. Descansa. Todo te lo impide, ¿verdad? Las obligaciones profesionales, las familiares, las sociales… Los convencionalismos y la rutina se apoderan de tu tiempo y piensan que es imposible decir que no a todos ellos. Pero ¿has probado realmente a hacerlo? ¿Has planteado a tu pareja seriamente la necesidad de tener una tarde para ti a la semana, un par de días al mes, una semana al año…? ¿Habéis intentado hacerlo? Te sorprendería lo que un poco de organización y esfuerzo puede cambiar nuestras vidas. ¿Implicas a tus hijos en las tareas domésticas diarias? ¿Dices que no a compromisos que no deseas adquirir? Inténtalo al menos una vez, verás que el mundo no se cae, es más, todo sigue igual e, incluso, mejor.

5. Realízate como persona. Además de como profesional, como madre o padre, como hija, como amigo…, deberías realizarte como persona consciente. ¿Cuántas veces te has planteado recuperar aquella afición que tanto te gustaba, que te hacía tanto bien? Deja de pensarlo y ponte a la acción. Busca ese momento para ti y disfruta con aquello que más te guste hacer: viajar, correr, acudir al cine, leer, tomar un café en buena compañía, montar en bicicleta.. Quédate con lo que te gusta y despréndete de todo lo demás por unas horas a la semana. Entrégate al placer de aquello que te identifica, que te nutre y que te hace crecer y potenciar tu mente y tus habilidades.

Es importante cultivar el amor propio todos los días de nuestra vida. Y eso significa hacernos valer en el entorno laboral: nuestras opiniones, nuestro trabajo. En el entorno doméstico: nuestro derecho al descanso, al disfrute. En el entorno social: nuestra responsabilidad de saber decir que no cuando algo nos desagrada. Cultivar el amor propio significa todo esto y hay que saber llevarlo a la práctica sin caer en el egoísmo o sin pensar que reivindicar nuestro espacio y nuestro tiempo lo es.

Si aún con todo te sientes incapaz o careces de las herramientas necesarias, en Ipace Vitoria estamos para ayudarte. Podrás cultivar tu amor propio a través de sesiones de psicología aplicada en las que trataremos de aumentar tu bienestar emocional.

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