Comunicación efectiva en pareja y en familia

Comunicación efectiva en pareja y en familia

Que la comunicación es el pilar básico de toda pareja o entorno familiar parece obvio. Sin embargo, no es fácil mantener una comunicación efectiva a lo largo de los años.

El silencio se abre a menudo como una gran brecha que tiende a expandirse, especialmente cuando atravesamos momentos delicados, en los que la falta de tiempo hace mella o tendemos a la introspección. Los resultados de esa falta de comunicación pueden ser entonces devastadores e incluso irreversibles.

Porque cuando la comunicación falla, los conflictos se acumulan y se agravan. Gestionarlos, de hecho, se vuelve complicado.

Pero ¿qué podemos hacer para promover esa comunicación efectiva y no llegar a un punto de no retorno? ¿Cómo podemos fomentar la comunicación en familia de forma sana para preservar nuestro bienestar y el de nuestros seres queridos? Te brindamos algunas claves esenciales.

Claves para mejorar la comunicación en pareja

No existe una fórmula mágica, pero sí algunas pautas que podemos tener en cuenta para practicar esa comunicación efectiva esencial en una pareja o en una familia:

Cultiva la inteligencia emocional. Es decir, expresa los sentimientos de manera adecuada y en el momento preciso, con honestidad y transparencia, desde el diálogo sosegado. Lo que denominados comunicación asertiva. Y muestra empatía hacia la otra persona, intentando entender cómo se siente a través de la escucha activa. Hablar de las emociones resulta fundamental.

Gestiona los conflictos incluso antes de que se produzcan. Evita situaciones que sabes que pueden propiciar un ambiente desagradable o momentos injustos. Frénalas de antemano para evitar el estallido emocional. Así podrás manejar el problema desde una perspectiva más racional y sosegada, sin tener que recurrir a la crítica o hablar desde el dolor que ha provocado una situación concreta.

Cultiva la paciencia y aprende a relativizar. A menudo, nos enrocamos en nuestro propio punto de vista como si este fuese el único o el fundamental. Y lo hacemos a través de un lenguaje brusco, cuando no hiriente, situándonos a la defensiva. Sin embargo, en multitud de ocasiones y al tomar perspectiva, nos damos cuenta de que en realidad no era para tanto. A veces, es necesario establecer cierta distancia para recobrar la objetividad.  

Promueve la intimidad. A veces parece imposible, pero es muy importante. La intimidad nos devuelve a ese estado de complicidad que con el tiempo tendemos a abandonar en pro de las necesidades de los demás miembros de la familia. La intimidad nos permite establecer momentos idóneos para el diálogo sosegado y sin interrupciones, para reencontramos.

No des nada por sentado. Uno de los grandes errores que cometemos en nuestra vida en pareja es dar cosas por sentado. Es decir, pensar que la otra persona sabe exactamente cómo nos sentimos, lo que pensamos o lo que esperamos de ellas. Esto es un gran error. De ahí que la comunicación efectiva sea la base de la relación en pareja.

Cómo aplicar la comunicación efectiva en tu relación: preguntas y ejemplos prácticos

Quienes acuden a terapia psicológica para establecer una relación de pareja saludable o mejorar la comunicación en familia suelen hacerlo cuando se ha llegado a un punto extremo. Un punto en el que la gestión del conflicto ha tomado tal deriva que resulta muy complejo llevar la relación a buen puerto.

Por lo tanto, un primer consejo sería actuar desde el principio, cuando los síntomas comienzan a ser evidentes.

  • ¿Qué indicadores existen de que una relación está deteriorándose?

La pérdida de confianza en el otro es un detalle sintomático. De hecho, la incapacidad de restablecerla da al traste definitivo de la relación, pues sin confianza no existe seguridad, que es la base de la convivencia y de la construcción de un futuro común. Pero no es el único indicador:

Falta de ilusión por un futuro juntos, incluso por vivir conjuntamente experiencias o planes a corto plazo.

Ausencia de cariño o de momentos de intimidad.

Falta de complicidad en las actividades cotidianas.

Uso de un lenguaje tóxico que culmina en la falta de respeto.

Ausencia de retos comunes o que estos sean totalmente dispares entre ambas personas.

–  Predisposición a no cambiar ni ceder un ápice sobre las posturas del otro.

Es importante tomar conciencia de que las relaciones no son estáticas, sino que evolucionan. De hecho, cumplen un papel determinado en cada momento de la vida, con el fin de responder a necesidades cambiantes y expectativas. Lo importante es que las dos partes de la pareja se desarrollen en la misma dirección y en sintonía, que entendamos que todo muta y seamos capaces de cultivar la resiliencia.

  • ¿Qué herramientas pueden brindarnos profesionales de la psicología?

Desde nuestra consulta de Ipace en Vitoria-Gasteiz brindamos las herramientas necesarias para propiciar una comunicación efectiva. Este es un primer paso para conversar de manera saludable sobre los sentimientos y llegar a puntos comunes que superen la frustración inicial desde el entendimiento mutuo.

De hecho, en algunas parejas, el trabajo en Ipace comienza por reconocer las propias emociones. Esas a las que a veces no sabemos poner nombre, identificar. Esto hace difícil que se dé una obstaculiza comunicación asertiva, al no saber o no poder verbalizar y transmitir cómo nos sentimos.

Eso sí, este tipo de intervención requiere del compromiso de ambas partes, de una predisposición al cambio y a la aceptación de las necesidades de la otra persona. En definitiva, de un esfuerzo conjunto por ambas partes.

En este sentido, los reproches carecen de valor, se necesita una actitud proactiva para llegar a lo que nos une y no a lo que nos separa.

La comunicación en pareja cuando todo parece en nuestra contra

En España, la franja de edad en la que más divorcios se contabilizan es entre los 40 y los 50 años. Y al margen de los motivos detrás de una separación, hay que señalar que la forma de vida que abrazamos en esta época no es ideal para cultivar una relación sana, donde la comunicación efectiva sea constante.

El cuidado de hij@s pequeñ@s, pues la maternidad y paternidad se ha retrasado, y de familiares dependientes; la falta de conciliación, que desemboca en un alto nivel de estrés y ansiedad, los problemas económicos… A las dificultades de la convivencia en sí se suman otras tantas que dibujan un escenario complejo donde tener tiempo para sentarse y dialogar parece una quimera.

Aún con todo, hay que intentar fomentar la comunicación en pareja, al menos si no queremos que el día a día nos arrastre y nos aleje de nuestro objetivo, metas y de aquello que nos hace sentirnos bien: la compañía de las personas a las que realmente queremos y que nos quieren.

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