Esta modalidad es una formación que se adapta a las necesidades de la entidad y en la que tras un análisis, se establecen dinámicas específicas que se basan en la formación experiencial. Esta metodología basada en el aprendizaje de la experiencia directa, resulta divertida, impactante y satisfactoria. Con estas actividades las personas tienen la capacidad de aprender de su propia experiencia y mediante juegos se aprende a conocer y potenciar las fortalezas individuales y del equipo, al mismo tiempo que se superan las debilidades. Su objetivo es facilitar retos relacionados con los comportamientos, las actitudes, la comunicación, la motivación, el liderazgo y el compromiso entre otros.
El hecho de que las actividades se programen en un lugar alejado del ámbito operativo de trabajo y al aire libre genera una separación emocional mayor con relación a las actividades laborales y permite recrear situaciones más ligadas al entretenimiento y el placer, lo que se traduce en una asociación positiva para el aprendizaje. La jornada de team building tipo outdoor cumple un doble objetivo: recreativo y productivo.
Estas actividades también se pueden desarrollar en espacios cerrados, indoor.