22 Abr ¿Es posible la felicidad en el trabajo?
No hace mucho que fue el Día Internacional de la Felicidad. El 20 de marzo es la fecha que la Asamblea General de la ONU asignó para tal celebración en la resolución 66/281 de 2012.
Este reconocimiento indica que no es una quimera o un deseo infantil la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos. De hecho, el bienestar emocional está muy ligado a la psicología positiva que promovemos desde Ipace. Es un estado de ánimo que se puede educar y trabajar.
Y, hablando de trabajar, el entorno laboral se ha sumado a la “implantación” de la felicidad, porque lo que es bueno para la vida en general ha de ser bueno para el negocio, estiman las tendencias más innovadoras en materia de organizaciones.
La intención es buena, pero hemos de decir que no es nada sencillo, pues no se trata de ponerse a contar chistes ni otorgar 10 minutos al día para que la persona más ingeniosa de la oficina se ponga a hacer sorprendentes trucos de magia.
No estaría mal… pero de nada serviría si estas acciones no se hallan integradas en una metodología y procedimientos específicos. De hecho, hay profesionales que se dedican, precisamente, a fomentar la felicidad en el trabajo. Los Chief Happiness Officer son coaches especializados en aumentar la capacidad empresarial mediante el bienestar y el buen clima entre los equipos de trabajo de una organización.
En IPACE apoyamos todo lo que pueda contribuir a la mejora del bienestar y la salud mental, pues sabemos que nuestra felicidad depende en gran parte de ello. Pasamos gran parte del día en el puesto de trabajo y un clima óptimo puede hacernos sentir en el paraíso o en una pesadilla rutinaria.
¿Qué es lo que más nos importa de un trabajo?
Cuando decimos que Iñaki tiene un buen trabajo es probable que pensemos que tiene un buen sueldo. Cierto es que el salario es una de los aspectos que más nos atraen en el mundo laboral, al menos a priori. Pero no lo es todo.
Una encuesta de Adecco en la que se valoraba la felicidad en el trabajo reveló que el 67,1% de los encuestados consideraban que los salarios más altos no proporcionaban necesariamente felicidad laboral. Incluso el 62,4% de las personas sometidas a este estudio manifestaron su predisposición a sacrificar salario a cambio de la tan ansiada felicidad laboral.
La asociación del dinero con la felicidad parte de una creencia cultural muy arraigada en nuestra sociedad. Sin embargo, cada vez se están desligando más ambos conceptos, sin desacreditar, por supuesto, las bondades de un salario digno y reconocedor de la valía de los trabajadores y trabajadoras.
¿Qué produce más infelicidad en el trabajo?
Antes de remangarnos a buscar soluciones para crear mejores climas, deberíamos plantearnos cuáles son las situaciones que nos hacen más infelices en el trabajo y comprobar si se pueden revertir o no.
Bien, según Daniel Kahneman en su libro Thinking, Fast and Slow, existen cuatro actividades que nos hacen especialmente infelices. ¿Adivinas cuáles son?
- El simple hecho de ir al trabajo. Tener que madrugar, tomar el transporte o lidiar con atascos nos produce estrés e insatisfacción.
- La comunicación con nuestros responsables. Muchas veces genera tensión, sentimos que no nos comprenden o que se nos infravalora.
- La obligación de trabajar. Tenemos grabado entre ceja y ceja que trabajar es imprescindible para vivir (o sobrevivir). Por ello, el mero hecho de que sea una actividad impuesta nos genera rechazo, por mucho que nos guste lo que hacemos (imaginemos ahora que, para colmo, no nos gusta…).
- La vuelta a casa puede ser estresante. Lo mismo que nos estresa ir, nos estresa volver. A ello se suma lo difícil que resulta la desconexión de los problemas laborales, que en infinidad de ocasiones los llevamos a casa mientras hacemos malabares para conciliar nuestra vida familiar y social.
Detectadas estas actividades valoradas como negativas, las organizaciones han de tratar de mejorar lo que esté en su mano para fomentar el bienestar en el puesto de trabajo.
Consejos para ser más felices en el trabajo
Visto dónde radica el foco principal de la infelicidad (entre otros muchos, ya que cada empresa es un mundo y las relaciones entre personas también lo son), tratemos de reflexionar en lo que sí está en nuestra mano desde las empresas:
- Motivar a los empleados y empleadas (formaciones, actividades y talleres específicos que descubran y refuercen las capacidades de la plantilla, entre otras iniciativas).
- Facilitar flexibilidad horaria (si la naturaleza de la empresa lo permite).
- Permitir el teletrabajo (si la naturaleza de la empresa lo permite).
- Agilizar el proceso de toma de decisiones para que los equipos de trabajo puedan desarrollar más fácilmente sus tareas sin encontrarse con innecesarias trabas jerárquicas.
- Fomentar el sentido de pertenencia a la empresa. Que cada persona cuente y se sienta orgullosa del lugar donde está.
- Crear plataformas comunitarias en las que se impulse la relación entre los empleados y empleadas (por ejemplo, Slack).
Estos son algunos de los consejos que una empresa puede desarrollar en pos de la felicidad de sus equipos de trabajo. Ahora bien, ¿puede cada persona poner su granito de arena para potenciar su propia felicidad laboral? Por supuesto que sí.
Beneficios de ser felices en el trabajo
Un buen clima de trabajo repercute en la salud de la plantilla, en su productividad y en los resultados de la empresa. Y todo ello se traduce en felicidad. Así, podemos afirmar que:
- La felicidad genera optimismo y entusiasmo
- La felicidad aumenta el éxito de una empresa y de su plantilla
- La felicidad en el trabajo contribuye a una vida saludable
- La felicidad reduce el estrés y la ansiedad
- La felicidad en el trabajo aumenta el buen rollo, la solidaridad y la implicación
¿Quién se encarga de la felicidad en el trabajo?
En primera instancia, se trata de un asunto propio del departamento de RRHH y la gerencia. Estas dos piezas son las responsables de construir espacios donde los empleados y empleadas puedan disfrutar más de lo que hacen, dentro de un clima de bienestar.
Hay organizaciones que desarrollan procesos de implantación de manera interna y otras optan por externalizar y contratar a especialistas que puedan guiar, tanto al departamento de Recursos Humanos como al de Dirección. Ambas opciones son válidas, depende de cada compañía, de sus plazos y de los recursos de los que disponga.
¿Te ves capaz de poner en práctica la felicidad en el trabajo? Esperamos que te haya servido nuestro artículo, y si tienes ganas de más o crees que podemos ayudarte de una forma más personalizada, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo. La felicidad laboral es una emoción, una sensación de bienestar que aflora si nos sentimos parte de la organización y disfrutamos con las tareas que desarrollamos. No dejes de sentir esa maravillosa sensación.
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