Inteligencia emocional. Gestión en el trabajo.

Inteligencia emocional. Gestión en el trabajo.

El término inteligencia emocional se coló en nuestras conversaciones, y en los planes de formación de empresa, hace poco más de un par de décadas, cuando las compañías comenzaron a darse cuenta de que cultivando un buen ambiente de trabajo estarían cultivando el futuro de su actividad.

Hoy en día, la inteligencia emocional sirve de base para la confección de cualquier estrategia empresarial que desee poner a los empleados y empleadas en el centro de las acciones corporativas.

Porque la gestión de las emociones es el primer paso para alcanzar un clima de tolerancia, respeto, igualdad y cooperación. En definitiva, el primer paso para crear ambientes de trabajo saludables y más productivos.

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Pero, comencemos por llevar a cabo una aproximación al término. Entendemos por inteligencia emocional la habilidad de reconocer, comprender y gestionar correctamente nuestras emociones y las de quienes nos rodean.

Científicamente se les asigna el origen del concepto a Peter Salovey y John Mayer, aunque en realidad la inteligencia emocional fue sugerida de manera menos hábil por otros psicólogos con anterioridad. En cualquier caso, Salovey y Mayer fueron los primeros investigadores en limitar, divulgar y definir el concepto de inteligencia emocional (Mayer y Salovey, 1997). Posteriormente, el concepto cobró especial relevancia a partir de la difusión del libro de Daniel Goleman “Inteligencia emocional” en 1995.

¿Qué habilidades aporta la Inteligencia Emocional?

Esta capacidad no sólo nos ayuda a entendernos mejor y expresar de manera adecuada los sentimientos que afloran en nosotros, con mesura y coherencia, sino que permite que podamos establecer relaciones humanas cordiales, de respeto mutuo y de entendimiento.

De hecho, quienes desarrollan su Inteligencia Emocional, porque efectivamente, si se carece de esta virtud, se puede trabajar, son capaces de gestionar conflictos de manera más satisfactoria, pues muestran mayor empatía y capacidad para el diálogo; en definitiva: una predisposición mayor al trabajo en equipo y a la cooperación.

Son, además, personas que relativizan mejor las consecuencias de sus actos y que mantienen la regulación de sus emociones, especialmente cuando estas amenazan con desencadenar un torrente de devastadoras consecuencias.

Aplicación de la Inteligencia Emocional en el trabajo.

Pero, ¿por qué es tan importante la Inteligencia Emocional en el trabajo? Porque el ámbito laboral, en el que pasamos tanto tiempo y donde se viven situaciones de estrés continuo, es el lugar idóneo para que nuestras emociones, normalmente las desagradables, se desregulen.

Cuando esto último ocurre, ponemos en peligro nuestra estabilidad emocional y la de los demás. Contribuimos a un ambiente poco saludable, en ocasiones incluso hostil, que puede desembocar en graves problemas de salud mental para quienes se sienten atrapados o atrapadas en él.

Sin embargo, la Inteligencia Emocional no sólo nos brinda las herramientas necesarias para capear los conflictos, sino  también para desempeñar de manera más satisfactoria nuestras tareas dentro de una organización.

Gracias a la Inteligencia Emocional estamos más y mejor preparados y preparadas para:

  • Colaborar con el resto de compañeros y compañeras.
  • Llegar a un entendimiento mutuo y, gracias a ello, a acuerdos beneficiosos para todas las partes.
  • Sopesar las consecuencias de nuestros actos antes de llevarlos a cabo gracias a un trabajo previo de reflexión.
  • Mejorar la escucha activa, así como la comunicación y transparencia respecto a los demás.
  • Desarrollar sinergias que contribuyan a una mejor consecución de los objetivos.
  • Contribuir al establecimiento de relaciones personales sólidas y ambientes de trabajo saludables.
  • Conocernos mejor, nuestras fortalezas y debilidades, para fomentar aquellas que nos hacen mejores.
  • Encontrar la motivación cada día.
  • Mejorar la capacidad de resiliencia.

De hecho, la Inteligencia Emocional constituye hoy en día uno de los pilares básicos sobre el que construir el liderazgo profesional en base a la motivación, la autorregulación, la empatía y la habilidad para establecer relaciones sociales sanas y provechosas. Para reflexionar acerca de la importancia y de cómo gestionar las emociones en el ámbito laboral, contaremos próximamente, en Ipace, con Aitor Gutiérrez-Barquín, licenciado en Psicología, consultor de formación y experto en risoterapia, que impartirá en nuestras instalaciones la formación Inteligencia emocional. Gestión de emociones en el ámbito laboral.

No Comments

Post A Comment