DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL

Hoy domingo 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. El objetivo que persigue, es el de recordar que la salud de cada persona es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias.

Al comienzo de la crisis provocada por la COVID-19, las personas contábamos con nuestros mecanismos naturales de adaptación al estrés. El impacto psicológico de la COVID-19 y sus consecuencias han estado determinadas por la experiencia individual de cada persona, de cómo lo ha vivido y de los factores de vulnerabilidad y protección previos. Pero, cuando las circunstancias extremas se han prolongado en el tiempo y ha estado presente de forma continua la incertidumbre, ha resultado difícil mantener los mecanismos naturales de adaptación.

La encuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Behavioural Insightssobre COVID-19 en España (Instituto de Salud Carlos III) da seguimiento al comportamiento y a las actitudes de la población española relacionadas con la COVID-19. Estos estudios muestran que existe un efecto de cansancio en la población relacionado con la información sobre la COVID-19 en los medios de comunicación y con la tensión derivada del seguimiento de las recomendaciones sanitarias.

Gran parte de la población está mostrando sentimientos de desmotivación y cansancio ante una pandemia tan prolongada, de tanta gravedad y con tantas restricciones como la que estamos viviendo. La Organización Mundial de la Salud utiliza el término de fatiga pandémica para definir la reacción de agotamiento frente a una adversidad mantenida y no resuelta como es la COVID-19. La fatiga pandémica puede conducir a la complacencia, la alienación y la desesperanza, que aparece de forma gradual en el tiempo. Está influida por distintas emociones, experiencias y percepciones relacionadas con la exposición repetida al estrés de todos estos meses. Y el principal problema es que puede provocar malestar psicológico, y el aumento creciente de un número de personas que no siguen o no aceptan las recomendaciones y restricciones y/o cuyo esfuerzo por mantenerse informadas sobre la pandemia disminuye, llevando en ocasiones a quien lo padece a abandonar las pautas de prevención y autocuidado que tan necesarias son en estos momentos.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Cansancio o agotamiento
  • Insomnio y problemas para dormir
  • Estrés e irritabilidad
  • Tristeza y pérdida de motivación
  • Cambios de humor
  • Aburrimiento
  • Dificultad para concentrarse
  • Agobio con la rutina de la pandemia
  • Sentimientos de angustia y ansiedad

A todo ello se añade, el efecto denominado “últimos kilómetros del viaje”. Con la incidencia a la baja y la vacunación muy avanzada, seguimos sin saber si la pandemia terminará y, cada vez nos cuesta más cumplir las medidas de seguridad. Es como el pez que se muerde la cola: cuanto mayor es el agotamiento, más aumentan la desmotivación, el desgaste físico y el malestar psicológico.

¿Qué puedes hacer para superar la fatiga pandémica?

  • Observa cómo te encuentras por dentro.
    Luchar contra las emociones desagradables sólo hará que se agudicen. Acéptalas como algo normal y natural. Conocer nuestras emociones y pensamientos nos ayudará a transformarlos de manera que sean más adaptativos. Pueden ayudarte técnicas como el mindfulness, técnicas de autocontrol y respiración, relajación, meditación o el yoga.

  • Limita el consuma de información sobre el coronavirus.
    Dedicar demasiado tiempo cada día a escuchar, ver o leer noticias sobre la evolución de la pandemia puede acentuar la sensación de desgaste y alimentar los sentimientos de angustia y ansiedad. Decide cuándo y cuánto tiempo vas a dedicar a informarte. Evita hacerlo antes de ir a dormir.

  • Sigue adelante con tu proyecto de vida
    A nivel psicológico, puede ayudarnos ver la situación no como una pausa en nuestra vida, sino como un momento para actuar y hacer planes de acuerdo a este contexto, es decir, hacer un esfuerzo por continuar nuestro día a día adaptados a lo que estamos viviendo.
  • Adopta un estilo sano de vida.
    Ahora más que nunca, es crucial seguir un estilo de vida saludable ya que, además de mantener nuestro sistema inmune fuerte, nos permitirá manejar mejor el estrés.
    ➖ haz deporte de manera regular adaptado a tu edad y estado físico.
    ➖ descansa lo suficiente, sin restar horas al sueño.
    ➖ mantén una dieta saludable, variada y equilibrada que incluya una gran cantidad de frutas y verduras.
    ➖ evita el tabaco y el alcohol u otras sustancias estimulantes.

  • Actívate: disfruta de tu ocio.
    Reservar ratos para el entretenimiento y el ocio puede ser la mejor terapia en tiempos de pandemia. Dedica tiempo a descansar, a estar con tu familia y amigos/as y, también, a practicar tus aficiones.
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